Dentro de su estrategia para reducir emisiones, la cervecera Heineken abre paso al reparto verde en nuestro país con un proyecto de movilidad sostenible ‘última milla’, pionero en España, que arranca en Sevilla con objetivo de extenderse a otras capitales de nuestro país, y que busca evitar la emisión a la atmósfera de más de 21.450 toneladas de CO2 cada año en la ciudad.
Desde este lunes estos vehículos cero emisiones y específicamente diseñados para el transporte de cerveza junto a la startup andaluza Scoobic, estarán repartiendo Cruzcampo por los bares del céntrico barrio de Santa Cruz. Con una capacidad de carga de hasta 500 kilogramos (8 barriles), tienen una autonomía de 150 kilómetros en desplazamientos urbanos y una cilindrada de 49 centímetros cúbicos. A ello añaden sus reducidas dimensiones -solo un metro de ancho y casi 3 metros de largo- y su menor peso, que les permiten circular por las calles más estrechas a una velocidad de 7 km/h.
Asimismo, la incorporación de los vehículos de ‘última milla’ a la flota de reparto impulsa la generación de empleo en la ciudad, con la próxima apertura de la fábrica de vehículos híbridos de la start-up Scoobic. Este centro supone una inversión de más de 13 millones de euros y generará más de 200 empleos directos.
«L a movilidad sostenible es un desafío necesario para cumplir el objetivo de neutralidad climática que la Unión Europea se ha fijado para 2050, que implica reducir un 90% las emisiones vinculadas al transporte. Y especialmente urgente en países como España, donde hay más de 24,5 millones de coches en circulación -casi uno por cada dos españoles- y el 82% de la población vive en núcleos urbanos», indica la empresa.
«El Ministerio para la Transición Ecológica ha presentado recientemente el borrador de su P lan Nacional de Energía y Clima, una estrategia para cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático que define las prioridades para 2050 en materia de reducción de emisiones en núcleos urbanos. Todo ello para que las personas puedan disfrutar de una mejor calidad de vida en ciudades más seguras, inteligentes y sostenibles», recuerda Heineken, que asegura «comparte esta ambición verde con el Gobierno a nivel nacional, autonómico y local y ha puesto en marcha este pionero proyecto, que arranca en Sevilla y se expandirá por otras ciudades del país, y que consiste en la incorporación de una flota de ciclomotores eléctricos a su reparto de ‘última milla’ para distribuir cerveza a bares y restaurantes».
«La cervecera vuelve a apostar por la colaboración público-privada con este proyecto. El acuerdo firmado con el Ayuntamiento hispalense a través de Aussa, la empresa encargada de gestionar los aparcamientos públicos, busca testar los beneficios ambientales y sociales de esta iniciativa para diseñar el plan más adecuado para fomentar la movilidad y el transporte sostenible en la ciudad. Entre los objetivos se encuentran la lucha contra el cambio climático y crear espacios de vida más agradables en los núcleos urbanos: descongestionando el tráfico, reduciendo la contaminación acústica y visual, mejorando la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, y al mismo tiempo cuidando el suelo histórico y el patrimonio cultural de los cascos antiguos.
Heineken subraya que se ha «comprometido a ser neutros en carbono en toda nuestra cadena de valor en 2040, y eso supone trabajar la sostenibilidad desde una visión transversal, ‘desde el campo al bar’. Ya hemos conseguido reducir nuestras emisiones de CO2 en distribución un 23,4% en los últimos 10 años, y con este proyecto ponemos el foco en la movilidad sostenible”, ha explicado Guillaume Duverdier, presidente ejecutivo de Heineken España.